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Mujeres de Córdoba y Jaen en la Guerrilla contra Franco.(Fundamentalmente en la decada de los 1940)

Tomado del libro. Francisco Moreno Gómez  LA RESISTENCIA ARMADA CONTRA FRANCO. Tragedia del maquis y la guerrilla. El Centro-Sur de España. De Madrid al Gualdalquivir.  Bibloteca GUERRA CIVIL. Editorial Planeta Agostini. S.A. Barcelona. 2006.

(Dentro de este libro son numerosas las refererencias a la Mujer, aquí extractamos del Capitulo “La mujer y el movimiento guerrillero” las referencias a Andalucía y los comentarios generales” )

(Nota matizadora al final del artículo)


LA MUJER Y EL MOVIMIENTO GUERRILLERO
(Fragmentos sacados de las páginas 17-21)

La presencia de la mujer en la guerrilla fue muy minoritaria. En toda la zona Centro-Sur, de unos 1.466 huidos o maquis que computaremos al final, sólo hemos detectado la presencia de 26 mujeres. Como motivación principal de su incorporación aparecen los vínculos familiares, más que por razones estrictamente guerrilleras, combativas o políticas, salvo algún caso, como el de «La Mojea», ex-presidenta de las Mujeres Antifascistas de Córdoba y activista del Socorro Rojo. La mayoría decidieron acompañar a sus padres, hermanos o novios en la sierra, huyendo de los castigos a que eran sometidas en los pueblos por los militares y la Falange. La huida de la represión sigue siendo la raíz última del fenómeno. La casuística de la guerrilla femenina puede ilustrar algún aspecto añadido, según la relación siguiente:

En Córdoba:

Manuela Díaz Cabezas «La Parrillera», de Villanueva de Córdoba, se echó al monte siguiendo a su marido Miguel «El Maraña» o «Parrillero», y acompañando a su hermano Alfonso. Ella huía de las palizas en el pueblo. Detenida el 20-12-1944, en término de Fuencaliente (c. Real). Sufrió 20 años de cárcel.

Magdalena Cortés Díaz, de Hornachuelos. hermana del maquis" Curro de Pallma», detenida hacia octubre de 1946. Sin má, claro,.

Una guerrillera no identificada fue detenida en el término de Santa Eufemia, el10-3-1947. Sin más datos.

Soledad Moreno García, de Guadalmez, enlace en Los Baldíos, de Santa Eufemia, se fue al monte por amor al guerrillero “Ranchal”, pereció con él , en tiroteo, 2-6-1947, en Las Caballeras, Belalcazar, junto con la pareja siguiente.

Luisa Lira Montero de La Granja T, enlace en Los Baldios, junto con su marido

Jaén:

Antonia Robledillo, enlace del maquis Alfonso «El Sastre» (Ver nota) , líder comunista local de  Cabra del Santo Cristo. Por simple compromiso político, marchó en su ayuda, acompañada de su hijo, a la cueva del maquis, donde éste fue abatido y ella detenida, el 22-1-1944.

(...

Sigue el relato con las guerrilleras de otras provincias: Ciudad Real, Toledo, Cáceres, Badajoz,

...)

En total, 26 mujeres en los montes del Centro-Sur de España, de las cuales: 3 fueron capturadas, a 8 las mató la Guardia Civil, 2 se entregaron, una logró salir a Francia, otra fue «ajusticiada» por la propia guerrilla en Madrid, y una más, sin datos. Por provincias, Cáceres y Córdoba tuvieron 7 mujeres en el ma­quis; Badajoz, 4; Ciudad Real, 3; Jaén, 3; Albacete, 2; una en Toledo y Jaén (que sepamos), más otra sin localizar.

No nos consta un servicio activo de armas en estas mujeres ni una destacada labor combativa en vanguardia. Estaban armadas, eso sí, y vestían el mismo atuendo que los guerrilleros: el típico pantalón de pana, boina y macuto a la es­palda, cartucheras y correajes. Se les encomendaron tareas de intendencia y ser­lcias. Preparar la comida, coser, zurcir y lavar la ropa de los guerrilleros. También las dejaban como guardianes y centinelas en los campamentos y en los almacenes. Otras veces, en tareas de apoyo y protección en retaguardia cuando se llevaban a cabo acciones de suministro, golpes económicos o secuestros. Su esc­asa presencia en la guerrilla tampoco permite un protagonismo más destacado. E1 testimonio de María «La Goyoría», en su declaración sumarial, fue el sig­uiente: « ... A ellas las llevaron a una cueva llamada Los Doblones, en la cual permanecieron unos 3 años, dedicadas a las labores de su sexo ... que durante el tiempo que ha estado en la Sierra, para ella todo han sido fatigas ... Que ha par­ticipado en muchos atracos, pero ella se quedaba atrás y no intervenía. Que ella o ha matado a nadie». De la cordobesa M." Josefa «La Mojea» tenemos testi­monios de su gran habilidad para tener siempre a punto las ropas de su grupo guerrillero. De sus actividades políticas, en lo que tenía gran formación, no tene­mos referencias. A «La Vivillo», en Cáceres, le encomendaron tareas de contaco entre la La Agrupación y Madrid.

Muchísimo más numerosa fue la participación de las mujeres en la guerrilla del Llano. Su gran labor de apoyo aparecerá con profusión en las páginas si­guientes. Caseras de los cortijos y trabajadoras del campo, las veremos arriesgar­ todo en su ayuda a la guerrilla, como esas mujeres de La Fresnadilla (Marmlo­ejo, Jaén) o del cortijo Mojapiés (Montoro, Córdoba) o las del cortijo Vadillo (Pozoblanco), o aquellas otras que debían hacer grandes caminatas para com­prar encargos de los guerrilleros, en pueblos donde no las conocían. Sobresale se plantel de mujeres manchegas, como las de Socuéllamos (Clotilde Guedo, Aniceta Moya, Isabel Buendía, María, Vicenta, etc.), cuyas casas estuvieron siempre a disposición de los maquis perseguidos. Y otras viviendas en Tomello­so, Torre de Juan Abad, Villarrobledo, etc.

El superviviente «Quico» reconoce que «la mujer, al menos en nuestra re­gión, la de Galicia y León, ha sido un factor casi determinante de la existencia de las guerrillas. Han participado tanto o más que el hombre en todas las misiones que se les encomendaban. Las mujeres y los niños ... »Y Por su parte, José Murillo «Ríos» añade: « ... nos hacían un cerco en el campamento y nosotros no po­díamos bajar de allí ni a por víveres ni a por nada. Había una chica que con 16 años cogía el macuto lleno de víveres, se iba con las cabras silbándolas y se cola­ba entre los moros, dejando el macuto y se volvía con las cabras. Eso era jugarse la vida por la guerrilla».

Muchas mujeres, en el medio rural, que no habían participado en la guerra civil, se implicaron en la estructura de apoyo a la guerrilla. Para muchas de ellas, esto significará la adopción de unas responsabilidades que les eran desconocidas, lo cual las inició o las reforzó en su toma de conciencia política.

Al final, en todas estas provincias que estudiamos, miles de mujeres fueron a parar a la cárcel y sufrieron palizas, insultos y vejaciones por su colaboración con la guerrilla. Muchas mujeres y hermanas, por el simple «delito» de ser fami­liares de guerrilleros. Las prisiones provinciales contaron entre sus muros con muchas mujeres, ancianas y jóvenes, por causa de la guerrilla. A menudo, reda­das de familias enteras (obligadas a abandonar sus haciendas) llenaron arrestos municipales, cuartelillos y prisiones provinciales. Un buen número, no sólo su­frió tortura y cárcel: también perdió la vida. La lista de mujeres asesinadas, por ser enlaces o familiares, resulta demasiado trágica, según algunos casos de los que tenemos noticia:

(...

Sigue el relato con las represaliadas de otras provincias: Cáceres, Badajoz,

...)

En Córdoba:

Catalina Coleto Muñoz, 52 años, de Villanueva de Córdoba, madre de siete hi­jos, fusilada en una cuneta de su pueblo por ser esposa de un guerrillero, con otros cinco, el 8-6-1948.

Amelia Rodríguez López, 49 años, de Pozoblanco, fusilada en descampado por ser madre de «Caraquemá», el 10-9-1948, junto con una hija y dos personas más.

Amelia García Rodríguez, 18 años, de Pozoblanco, hija de la anterior, hermana de «Caraquemá», fusilada en el mismo lugar y fecha.

Isabel Tejada López, 60 años, de Pozoblanco, madre de «Castaño», fusilada en el mismo lugar y fecha.

Brigida Muñoz Díaz, 60 años, de Obejo, trabajaba en una finca de Cardeña, fu­silada junto con su marido (63 años) y su hijo (de 27), el 14-9-1948. Por sos­pechas de ser enlaces.

Teresa Molina Sánchez, 26 años, de Espiel, fusilada en una finca de Belmez, jun­to con su marido (de 26 años) y un cuñado (de 43), más un guarda, por sos­pechas de ser enlaces.

Jaén:

Julia Llamas Lara, de Beas de Segura, eliminada por sospechas de ser enlace.

Magdalena Aranda Hernández, de Huelma, acribillada en el cortijo Nicolasa, por dar cobijo al guerrillero Tomás «El Chaparro», el 20-8-1944.

Antonia Expósito Carmona, víctima de la «ley de fugas», junto con su marido y cuatro personas más, en el cortijo Loma Serrano, de Alcaudete, por supuesta ayuda a la guerrilla, el 31-12-1946.

Antonia Pantoja Carrillo, de Andújar, acribillada junto a su hermana, cuando se dirigían a llevar medicinas a la guerrilla, en el Barranco Higuerón, el 24-7­1949.

María Pantoja Carrillo, hermana de la anterior, en la misma fecha y lugar.

Hasta aquí, una muestra de los datos que ha sido posible hallar sobre la con­tribución en sangre de las mujeres por su apoyo a la guerrilla o por simple pa­rentesco. Habría que completar el cuadro con los miles de torturadas, peladas al cero, purgadas con ricino, insultadas, vejadas y encarceladas, que sufrieron la quiebra de sus haciendas, la ruina de sus hogares y el desamparo de sus hijos.


(Nota Matizadora)

Robledillo, Antonia. "La Liota"

Torralbo Belmonte, María. ( - 1944, Jaén). Relacionada con la Guerrilla anti-franquista.Muerta por la Guardia Civil.

Torralbo Belmonte, Catalina. Siglo XX. Relacionada con la Guerrilla anti-franquista Represaliada.

Noticia facilitada por José María Torralbo Pérez Jose_renfe@hotmail.com en 2010.

Escribo para hacer una corrección sobre Antonia Robledillo "La Liota", detenida en Molino Barranco, el 22/01/1944. Era compañera, no de Alfonso, sino de Dionisio "El Sastre" (Dionisio Torralbo Belmonte) abatido en el mismo lugar y la misma fecha por la guardia civil.
Otras mujeres que sufrieron las consecuencias de su actividad "guerrillera" fueron las hermanas de Dionisio: María Torralbo Belmonte, abatida por disparos de la guardia civil en Jaen el día 26/07/1944 y Catalina Torralbo Belmonte, encarcelada en la prisión de Huelma en Julio de 1944 donde fue juzgada en Consejo de Guerra.
Bibliografía:
SANCHEZ TOSTADO, L.M. Los maquis en Sierra Mágina. Ayuntamiento de Albanchez de Mágina. Premiode Investigación Histórica.1997. Pág. 74
L.M. SÁNCHEZ TOSTADO: La Guerra no acabó en el 39 (Ayto.de Jaén, 2001);
S. DE CÓRDOBA ORTEGA: Geografía de la represión criminal franquista: Todos los nombres de Jaén (1936-1952).
F. COBO ROMERO: Revolución campesina y contrarrevolución franquista en Andalucía (Universidades Granada y Córdoba, 2004);
S. DE CÓRDOBA ORTEGA: "Todos los nombres. Borrador para un estudio de la tragedia en la provincia de Jaén" (ARMH Jaén, 2005).
Un saludo